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No hay un planeta B
Hoy en día el cambio climático no es una duda, sino la realidad en la que vivimos. Los glaciares se derriten, la temperatura de nuestros mares aumenta y la población mundial sigue creciendo nos obligan a cambiar nuestro modo de vida y nuestras formas de consumo.
Aunque las personas toman conciencia de la situación cada vez más, las alternativas tardan en llegar o simplemente no son accesibles para todos. Las alternativas parecen estar limitadas a ciertos círculos y rara vez están destinadas al público general.
La marca Kipli ha sido creada como una alternativa accesible para los objetos de nuestra cotidianidad, donde su utilidad es más que evidente, respondiendo así a una necesidad específica, como una cama o un colchón
Davide & Antoine, cofundadores de Kipli
Davide & Antoine, cofundadores de Kipli
90% de los colchones que se venden el mercado hoy en Europa son completamente sintéticos. La mayoría son fabricados con poliuretano, un derivado del petróleo y de la petroquímica. Este tipo de colchones tienen una vida de uso muy limitada y no son transpirables.
Adhesivos químicos son necesarios para su fabricación: estos colchones pueden emitir compuestos orgánicos volátiles, (COV), conocidos por causar riesgos a nuestra salud. Y al final de su vida de uso, estos suelen convertirse en desechos sólidos, que son usualmente quemados o enterrados, siendo contaminantes para el planeta.
Kipli ofrece una alternativa creando un colchón de látex natural. Se trata de una sustancia completamente vegetal producida por un árbol, el Hevea Brasiliensis. Este recurso natural nos permite crear un colchón confortable, natural y sin compuestos químicos o tóxicos, asegurando al mismo tiempo una vida de uso dos veces más larga que la de un colchón fabricado en poliuretano. Y al final de su uso, el colchón Kipli es biodegradable. Así es más fácil.
Nuestra meta es de ofrecer una alternativa a un modo de consumo que ya no es viable, dándole un nuevo uso a compuestos naturales desde una fabricación inspirada en lo artesanal.
Trabajamos para que nuestros productos sean útiles, confortables, naturales, respetuosos al planeta, sanos y duraderos. El conjunto de los patrocinadores e implicados en nuestra cadena de producción respetan nuestra ética, nuestros valores y nuestra responsabilidad hacia el planeta.
Nuestra acción y producción responsable solo tiene sentido gracias a nuestros clientes. Tenemos la suerte de poder establecer un intercambio continuo con nuestros clientes por correo, por las redes sociales o por teléfono. Es así cómo constatamos continuamente la importancia y el valor que tienen sus opiniones y sugerencias.
Nos comprometemos a informar a nuestros clientes al máximo sobre el origen, la composición y la fabricación de nuestros productos para que entiendan así nuestra meta: ofrecer una alternativa a esos productos del hogar que sacrifican el confort, la durabilidad y la estética de nuestros espacios por un bajo precio. Después de todo, dormir sobre materiales sintéticos y plásticos no es bueno ni para nuestra salud ni para nuestro planeta.
Vivimos una época en la que el estándar tiende hacia la responsabilidad ecológica y la sostenibilidad. Y esto es una buena noticia, ya que significa que la conciencia colectiva apunta cada vez más hacia la ecología. Pero esto no es suficiente.
Como empresa somos responsables de comprometernos un poco más. Por ello apoyamos a la organización 1% FOR THE PLANET, dándole así el 1% de nuestras ganancias a las asociaciones que luchan por la conservación de nuestro medio ambiente.
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